¿Qué significa retro?
Es una palabra originaria del latín que significa hacia atrás. La palabra como tal se usa mucho como un prefijo de otras palabras, formando así una palabra compuesta, por ejemplo, retroactivo, retroalimentación, retroceder, por decir solo algunos. Cuando se hablan de cosas retro, se refieren a elementos que tienen algún contacto con el pasado, si ponemos retrospectiva como modelo para explicarlo, hablaríamos de que lo que tenemos que analizar acerca de algo que ya pasó, para ver en qué podemos mejorar a partir de ese momento.
El matiz que existe entre la palabra retro y vintage recae en que la primera se refiere a objetos que hacen alusiones al pasado mientras que la segunda se refiere a cosas hechas o creadas en el pasado.
¿En qué se diferencian las bodas retro de las vintage?
La moda es el mejor ejemplo que hay para entender esta gran diferencia, ¿recuerdas esa frase que dice que la moda siempre vuelve? Esto es muy real, seguro más de una vez has adoptado estilos de moda que tu mamá o tu abuela te han dicho que era exactamente como lo que usaban cuando eran jóvenes. Es exactamente eso, reinventar cosas existentes con modelos artísticos que ya se han usado en otras épocas. Pero la clave en lo retro es que son cosas nuevas, creadas en estos tiempos, pero con inspiraciones de modas de hace más de 20 años.
Entonces las bodas retro son aquellas que se decoran con elementos nuevos que dan la sensación o la idea de que es algo viejo, cuando en realidad no lo es. En cambio, en una boda vintage como ya lo hemos mencionado en otro post, trata de incorporar elementos creados en otros tiempos pero que aun se conservan de manera que puedan ser utilizados nuevamente bajo una nueva perspectiva.
Elementos que se pueden incorporar en las bodas retro
Un elemento interesante que podrías aplicar son las invitaciones, usando papel recién cortado pero hecha con técnicas que hacen que el papel se vea viejo o como si fuera de papiro. Además, puedes aprovechar un estilo de escritura que no se use mucho hoy en día, seguro puedes contratar a una experta en el arte de lettering que te haga las tarjetas escritas a mano con tinta líquida, incluso puedes sellar el sobre como lo hacían en siglo XIX.
Ahora si pensamos en este mismo elemento, pero para aplicarlo a una boda vintage, tendrías que conseguir papel cortado desde hace más de 20 años que esté envejecido por naturaleza, prácticamente amarillento, usando quizás sellos creados en otros tiempos y tinta nueva, ni modo, quizás escrito en una pluma de verdad que puedes conseguir dentro de alguno de los cojines de tu casa.
Entonces… ¿Qué estilo escoger?
Mi recomendación dependerá de tu idea, si lo que deseas es simplemente hacer una ambientación con referencias del pasado, entonces usa ambos estilos, primero porque hacer una boda con elementos enteramente vintage no va a alcanzar para hacerlo todo de ese modo por cuestiones de calidad, tiempo en buscar esos elementos o bien por el simple hecho de conseguir lo que estás buscando. Y por mucho que queramos viajar en el tiempo para traernos algo, muy al estilo de la serie Outlander, lamentablemente no podremos conseguir tinta de calidad hecha hace más de 20 años. Pero lo que sí puedes hacer es crear elementos novedosos con personas expertas que te guíen en el camino para lograr la ambientación más interesante de la década.
Si en cambio, lo que quieres es bajar un poco los gastos usando artículos que ya tienes e incorporarlos en la boda, pues perfecto, es una excelente oportunidad para crear algo original y transportar a tus invitados a otro mundo. Lo más probable es que sin saberlo ya se hayan usado elementos vintage en las bodas, ¿quién no ha llegado en un carro clásico a la iglesia? Y si lo piensas, siempre incorporamos algo prestado, algo azul, algo nuevo y algo viejo.